George Namkung es el protagonista de esta historia, sus ojos son el reflejo de la solidaridad, y es que el altruismo existe, el valorar la vida más allá de lo que en ella poseamos.
Asi refleja la felicidad este hombre, que ha vendido sus propiedades para enviar dinero a paises tercermundistas como África.
Descubrió que lo que realmente le hacía feliz es ver felices a estos niños. Quién sabe si nos cambiaría la vida al ver esto, seguramente no nos quejaríamos de muchas cosas que nos pasan!!
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